REFLEXIÓN DE LAS APORTACIONES DE IVAN ILLICH "LA EDUCACIÓN DESESCOLARIZADA"

 


IVAN ILLICH “LA SOCIEDAD DESESCOLARIZADA”

 

Contexto

Nació el 4 de septiembre de 1926 en Viena, Austria en una familia con antecedentes judíos, dálmatas y católicos. Al nacer, los médicos le desahuciaron, pero a pesar de estos pronósticos adversos el recién nacido iniciaría su vida de viajero pues ese mismo año viajaba a Dalmacia a recibir la bendición que su abuelo tenía reservada para el primogénito de su hijo. Entre 1936 y 1941 vivió principalmente en Viena con su abuelo materno; era considerado entonces como medio judío. En 1941 tuvo que huir a Italia porque ya se le consideraba simplemente judío. Estudió histología y se graduó con honores en cristalografía en la Universidad de Florencia.

Entre 1942 y 1946 estudió y se graduó con los más altos honores en teología y filosofía en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote, y no aceptó un ofrecimiento de trabajo como diplomático del Vaticano, sino que prefirió trabajar como párroco asistente en Nueva York. En 1956 fue nombrado vicerrector de la Universidad Católica de Puerto Rico y en 1961 fundó el Centro Intercultural de Documentación en Cuernavaca, México, un centro de investigación que impartía cursos de lengua y cultura hispanoamericana a los misioneros norteamericanos. Solicitó y obtuvo una dispensa para el ejercicio sacerdotal a finales de los años 60. Tras diez años de fecundísima labor, las publicaciones e "ideas" emanadas del CIDOC le enfrentaron con el Vaticano, y en 1976 el centro se cerró con el consentimiento de quienes allí laboraban y el acuerdo para distribuir equitativamente el producto de su liquidación. Algunos de ellos establecieron escuelas de idiomas en Cuernavaca, y dieron inicio así a un importante fenómeno económico cultural. A partir de los años 80, viajó intensamente, y repartió su tiempo entre los Estados Unidos de América, México y Alemania. Hizo una estancia como profesor visitante de filosofía y de "Ciencia, tecnología y sociedad" en la Universidad Estatal de Pensilvania, e impartió seminarios y encuentros en la Universidad de Brema. Durante los últimos veinte años de su vida sufrió un proceso cancerígeno de tumores en la cara que, en congruencia con su crítica a la medicina institucionalizada, se negó a tratar con métodos "profesionales". Practicó en cambio técnicas terapéuticas de meditación y yoga. Los últimos años fumó opio, para hacer frente al tremendo dolor causado por el tumor. En una fase inicial de diagnóstico le dieron una esperanza de vida de apenas algunos meses, pero llegó a sobrevivir casi veinte años más, y se hizo cargo él mismo de su enfermedad, en una relación de serena y estoica "convivencialidad".

Relevancia y aportaciones a la educación

Su libro más aclamado fue La sociedad desescolarizada (1971), una crítica a la educación tal y como se lleva a cabo en las economías "modernas". Lleno de observaciones críticas sobre los planes de estudios de su tiempo, el libro puede parecer desfasado, pero sus afirmaciones y propuestas básicas siguen siendo tan radicales hoy como lo fueron en su momento. A través de ejemplos reales sobre la naturaleza ineficaz de la educación escolarizada, Illich se mostraba favorable al autoaprendizaje, apoyado en relaciones sociales libremente intencionadas en encuentros y conversaciones fluidas e informales: La educación universal por medio de la escolarización no es factible. No sería más factible si se la intentara mediante instituciones alternativas construidas según el estilo de las escuelas actuales. Ni unas nuevas actitudes de los maestros hacia sus alumnos, ni la proliferación de nuevas herramientas y métodos físicos o mentales (en el aula o en el dormitorio), ni, finalmente, el intento de ampliar la responsabilidad del pedagogo hasta que englobe las vidas completas de sus alumnos, dará por resultado la educación universal. La búsqueda actual de nuevos embudos educacionales debe revertirse hacia la búsqueda de su antípoda institucional: tramas educacionales que aumenten la oportunidad para que cada cual transforme cada momento de su vida en un momento de aprendizaje, de compartir, de interesarse. Confiamos en estar aportando conceptos necesarios para aquellos que realizan tales investigaciones a grandes rasgos sobre la educación --y asimismo para aquellos que buscan alternativas para otras industrias de servicio establecidas Las últimas frases dejan claro lo que el título sugiere: que la institucionalización de la educación marca una tendencia hacia la institucionalización de la sociedad, y por el contrario las ideas de des-institucionalización de la educación podrían ser un punto de partida hacia la des-institucionalización de la sociedad. Y ahí es donde la radicalidad de sus ideas queda clara. Como pensador holístico, con una inteligencia formidable y una erudición cultural amplísima, Illich siempre planteó sus análisis en los términos más amplios posibles, pero precisos y certeros en sus críticas. Entre otras líneas del pensamiento, la obra de Iván Illich comprende numerosos temas de la relación entre el individuo, la sociedad con la ciencia y la técnica

 

Actualidad

Criticaba fuertemente el papel de la escuela, que más que educar consideraba es una empresa de control social, que no evoluciona al mismo tiempo de las sociedades y que funciona en beneficio de las mismas personas que determinan su función.

Este control social según Illich se da a través de los planes y programas de estudio que determinan qué y cómo enseñar, siendo esto un fenómeno totalmente contrario al derecho de recibir educación por la obligación de ir a la escuela, dejando así olvidada la educación liberadora. Además de que la burocracia y la clasificación de los estudiantes a través de las calificaciones que jerarquizan a los individuos como un producto esperado en vez de crear individuos movilizados por las expectativas personales de su entorno de progreso y aprendizaje.

Por lo que apostaba por la desescolarización de la sociedad, no desde el aspecto de la desaparición de la escuela, sino la creación de instituciones alternativas actuales; retomar la vida de los alumnos; creaciones de sociedades del conocimiento y así evitar que los individuos sean mercancía con valor de cambio en la sociedad en la que se benefician unos cuantos.

Para ello define cuatro mitos que sostendrían el prestigio de la escuela como proveedora de servicios educativos de calidad: el mito de los valores institucionalizados (el aprendizaje no es consecuencia de la instrucción, sino el resultado de una participación de los educandos en el contexto de un entorno significativo); el mito de la medición de los valores (las personas se someten a la norma de la medida de su desarrollo personal, se aplican y aplican el mismo patrón para encasillarse en la sociedad); mito de los valores envasados (la escuela es un proceso de producción de currículo en el que el distribuidor es el maestro y el alumno el consumidos); y el mito del progreso eterno (La escuela no es el único medio para el crecimiento). Desde lo que propone este autor se visualiza las nociones de los que fue el constructivismo, con más fuerza en el aprendizaje significativo de Ausubel y la socialización de Vygotsky).

Relación con el sistema educativo mexicano

Lo propuesto por Ivan Illlich desde mi perspectiva fue un aporte a los movimientos educativos que permitieron una movilización de paradigmas con respecto a la función de la escuela en la sociedad moderna, en la cual no se sataniza a la escuela sino que debería evolucionar para satisfacer las nuevas formas y contextos de aprendizaje y aunque esto lo propuso en la década de los setentas, en la actualidad lo podemos vivenciar con la pandemia en la que no se asiste a la escuela como tradicionalmente se hacía en el último siglo sino que se tuvo que adaptar a las situaciones, recursos y necesidades de la sociedad, de lo cual no se ha logrado concretizar una educación de calidad en línea pero es un avance en relación a la actual sociedad del conocimiento.

 

Bibliografía

Disponible en:  Iván Illich - EcuRed

Disponible enIllich-Iván-La-sociedad-desescolarizada.pdf (comunizar.com.ar)



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